Separación de parejas no casadas con hijos en común

Forma parte del acervo popular la consideración de que no casarse evita problemas futuros en caso de ruptura sentimental.

Esto es cierto hasta cierto punto. Una vez que tenemos hijos menores en común con nuestra pareja, en caso de ruptura, los trámites a seguir son muy parecidos a los del divorcio. Hay que presentar una demanda al Juzgado (de mutuo acuerdo o contenciosa), hay que comunicarlo al Ministerio Fiscal para que proteja el interés superior del menor en ese procedimiento, el Juez debe revisar que los menores queden debidamente protegidos, etc.

Las parejas con hijos en común, no casadas y no inscritas en el Registro de Parejas de Hecho, se denominan jurídicamente Uniones de Hecho. Formar una unión de hecho produce efectos jurídicos y su disolución requiere trámites concretos y específicos, si no queremos que las Administraciones Públicas nos sigan tratando como Unidad Familiar.

Lo primero (y a veces lo más complicado) es decidir si queremos tramitarlo de mutuo acuerdo o de forma contenciosa.

En el caso de hacerlo de común acuerdo, abaratamos costes: un solo abogado puede representar a ambos, en vez de tener que contratar a un abogado cada uno (igualmente sucede con el procurador). Los tiempos de tramitación y el procedimiento son mucho más sencillos y rápidos.

En caso de hacerlo de forma contenciosa: debemos presentar una demanda de adopción de medidas paternofiliales (o contestar a la que hayamos recibido) y proponer las medidas que deben dejar protegidos a los hijos comunes. En particular, debe aludirse a patria potestad, guarda y custodia, comunicaciones y visitas, gastos ordinarios y extraordinarios, etc. Siempre cuestiones que aludan a los hijos y relacionadas con ellos.

Para plantear cualquiera de las dos opciones, será necesario contar con un abogado especialista en Derecho de Familia que pueda buscar una solución a medida para vuestro caso concreto.

Cóntactanos para valorar tu caso.