En numerosas ocasiones, los clientes tienen la sensación de que están abonando a sus entidades bancarias cantidades superiores a las que realmente deberían abonar. Pero, ¿qué podemos reclamar a nuestra financiera o Banco? Aquí teneis algunas de las reclamaciones más frecuentes:
- Gastos de hipoteca: Es una de las reclamaciones más habituales en la actualidad. ¿Qué necesitamos para hacer el estudio del caso concreto? Escritura de préstamo hipotecario y facturas de Notaría, Gestoría, Tasación y Registro de la Propiedad. Si tu hipoteca cumple los requisitos e incluye la clásula de atribución de todos los gastos al cliente, se pueden reclamar el 50% de los gastos de Notaría y el 100% de los demás gastos. En muchos casos, ni siquiera tenemos que acudir a la vía judicial y conseguimos alcanzar un acuerdo con el Banco antes de vernos forzados a interponer la demanda correspondiente.
- Intereses abusivos en Tarjetas revolving: En muchas ocasiones las distintas financieras y Bancos han establecido un TAE superior al permitido legalmente. De este modo, al ir abonando las cuotas mensuales, el importe abonado se destina casi por completo al pago de los intereses del crédito, por lo que la deuda pendiente no disminuye e incluso puede aumentar aunque nos encontremos al corriente de pago. La cifra de TAE que se considera abusiva no es fija, sino variable, es decir, depende del momento en que se firmó el contrato y se publica mes a mes por el Banco de España. Por ello, para indicarte si en tu caso se aplican intereses abusivos, necesitaremos copia del contrato original de la tarjeta firmado con la entidad.
- Comisiones indebidas: Las comisiones cobradas de forma automática por las entidades bancarias, que no vengan reflejadas en el contrato y que no respondan a un servicio efectivo prestado por la entidad bancaria se consideran indebidas. No suele ser necesario acudir a la vía judicial para corregir esta situación, pero podemos hacer las gestiones con tu banco para exigir que dejen de aplicarse y que se devuelvan las cantidades indebidamente abonadas.
- Microcréditos: En ocasiones, nos vemos en una situación urgente que requiere efectivo y acudimos a estos microcréditos rápidos que podemos conseguir fácilmente por internet sin estudio previo de solvencia. No es raro encontrar préstamos que tendremos que devolver en un mes o dos y en los que nos aplican un TAE entre el 300% y el 30.000%. Estos microcréditos se pueden calificar como usurarios y un efecto de la Usura consiste en que no estaremos obligados a pagar los intereses, lo cual provoca la disminución notable de la deuda e incluso la devolución de las cantidades abonadas de más. Para ayudarte, solo necesitaremos el contrato de crédito original.
- Intereses de demora: en caso de retrasos en los pagos pactados, algunos contratos tienen una cláusula de intereses de demora desproporcionada. Este límite varía según que tengamos esta cláusula en una hipoteca, un préstamo personal, un microcredito o una tarjeta. No obstante, hay casos claros y flagrantes en los que la entidad indica como interes de demora el 1% diario o similares. El 1% parece poca cantidad a priori, pero es diario, es decir, cada día la deuda aumenta exponencialmente y se generan nuevos intereses sobre el capital y los intereses anteriores. Nuevamente, reclamándolo podemos reducir la deuda pendiente o solicitar la devolución de las cantidades abonadas de más.
Estas son las reclamaciones más comunes que se dirigen hoy en día a las entidades bancarias. Lógicamente, reclamar a ciegas sin un estudio previo que nos indique cuál o cuáles de estas cláusulas se nos aplican, no suele ser buena idea. Por ello, queremos ayudarte. Contáctanos, mándanos tu contrato y nosotros nos encargamos de defender tus intereses.